Anunciaba la semana pasada el Leche Rio Breogán la llegada de Marshawn Powell (EEUU / 1990 / 201 cm), un jugador por el que llevaban días negociando y que viene a suplir la baja por lesión de larga duración del belga Thomas de Thaey. Necesitaban un jugador de cierto pedigrí y ojo, porque ha llegado un jugador que viene directo de la primera división alemana (BBL), con caché tras varios años con buenas medias en la Serie A2 italiana. Para saber más de este trotamundos, nos ponemos en contacto con Adolfo Romero (@dopo4), especialista en el básquet europeo y buen amigo de esta web.

El análisis de Adolfo Romero

Desde Arkansas hasta Lugo. Este ha sido el recorrido de Marshawn Powell (Crozet, Virginia, 5/1/1990), que aterriza ahora en la LEB Oro para dejar muestras de su capacidad.

Powell, de 201 cm, ha tenido una carrera con altibajos. De sus buenos años en Arkansas, con promedios de 14.5 puntos y 5.4 rebotes en su último curso de NCAA (12/13), hasta el inicio de temporada en Hamburgo, donde ha podido dejar destellos (8 pa, 17 mi, 9.1 pt, 3.1 re, solo un triple anotado). Ahora, en Lugo, se espera que aporte en el puesto de ‘cuatro’ pero… ¿está preparado?

Inicios en Ucrania y llegada a Italia

De la universidad pasó directamente a Ucrania. En Zaporozhiye (13/14) no tardó en destacar como ‘cuatro’, aunque llegó a disputar incluso minutos como ‘cinco’, debido a su estructura física (hombros anchos, buena envergadura). Todo ello le permite ser un jugador capaz de taponar en segundas ayudas y sus números le permitieron llegar primero al Azovmash y después a la LKL lituana esa misma temporada.

Pero no duraría demasiado en el norte de Europa y pronto firmaría por el histórico Treviso (ahora, DeLonghi, después de la quiebra del club original). Allí comenzaría en el equivalente a LEB Plata, la Serie A2 Silver en la 14/15, donde pelearía por el ascenso y deslumbraría con sus números: 15.7 puntos y 9.8 rebotes (el tercer mejor reboteador de aquella campaña), siendo muy eficaz bajo los tableros.

De ahí a la A2, un año más en Treviso la 15/16, dejando de nuevo buenos números (15.0 pt, 7.4 re) y viajando, por primera vez, a Alemania la 16/17, donde jugaría en Würzburg en una temporada complicada (9.5 pt, 4.4 re), volviendo a Italia en marzo (Reggio Calabria).

Y de Italia (Montegranaro y Udine), donde hizo dos buenas temporadas (17-19) con buenas medias, volvió este curso a Alemania, a la BBL, esta vez a Hamburgo, donde tampoco ha terminado de encontrar su ritmo y le ha llegado la oportunidad en Breogán, necesitado de un jugador que aporte desde posiciones interiores.

¿Cómo juega?

Powell es un ‘cuatro’ inusual. Sus características físicas le catalogaron como ‘cuatro’ pero ha sido capaz de tapar momentáneamente el puesto de ‘cinco’ a pesar del déficit de centímetros.

Ofensivamente, recibe con asiduidad en poste medio o poste bajo, para jugar preferiblemente de cara pero defendiéndose bien de espaldas al aro. Tiene buen tacto, viéndolo finalizar con facilidad cerca del aro.

En el bloqueo, muy eficaz haciendo pick’n’pop, donde se prodiga con el lanzamiento de larga distancia (3.46 triples por encuentro lanzados con 40.4% de acierto la pasada temporada). Si no hay opción de tiro no suele ser problema, siendo un jugador ágil con el balón, sobre todo teniendo en cuenta la longitud de sus brazos. Esto, además, le permite lanzar con oposición.

Encara bien la canasta, finaliza con ambas manos y tiende a ejecutar con velocidad el reverso para finalizar, convirtiéndolo en un jugador difícil de parar. Además, sabe leer bien desventajas que él mismo genera siendo duro en los bloqueos, quedándose con jugadores de menor tamaño a los que castiga en poste bajo con mucha facilidad.

Su principal defecto ofensivo viene por las pérdidas. Arriesga con pases que no son la mejor opción (líneas de pase cerradas, cortes en zona con varios jugadores) o pases sin demasiada intensidad. Además, no es un buen lanzador de tiros libres, algo que sorprende al ver la facilidad que tiene para lanzar de media y larga distancia.

Defensivamente, Powell es un jugador activo, con buena lectura en líneas de pase y capacidad, sobre todo, para taponar. Sabe leer bien ayudas y llegar en segunda línea, además de tener buen timing y, una vez más, unos largos brazos que le permiten cambiar tiros.

En el poste bajo es donde sufre más pero lo suple dificultando que el rival reciba, además de ser listo a la hora de intimidar.

Por otro lado, su principal virtud es el rebote. Tiene instinto para saber dónde irá el balón, además de sumar con facilidad siendo muy agresivo al ir a por el balón. La pasada campaña sumó hasta el 17.7% de los rebotes de su equipo, Udine, pero estos números se disparan en la temporada 2017/18, con hasta un 24.3% de los rebotes (¡uno de cada cuatro!).

¿Qué se puede esperar de él?

Si vuelve el Powell de la pasada campaña, Breogán ha fichado a un referente. Tanto para apuntalar su juego interior como para sumar desde el exterior. Es un jugador completo, experimentado, que sabe leer el juego y sacar provecho de las ventajas que se le presentan.

No va a ser un referente defensivo pero a su nivel garantiza un buen número de rebotes y presencia en la zona, a pesar de sus escasos dos metros. Si se le cubre bien para que no sufra tanto en poste bajo y se le permite ser agresivo de cara al balón, podrá mostrar su mejor versión.


Las referencias que nos llegan son las de un jugador que si se adapta debe marcar diferencias en LEB Oro. Jugador con puntos y rebotes, habrá que comprobar si puede ser ese ‘cuatro’ que abra las defensas con su tiro exterior. Disfrutemos de que jugadores con el pedigrí de Marshawn Powell lleguen a la LEB Oro.