La profunda reestructuración que sufre la LEB Plata no tiene réplica en una Liga EBA en la que no se confirman los rumores que vaticinaban un cambio drástico en las Conferencias que estructuran la cuarta categoría del baloncesto español. Ello no significa que no haya novedades, tal y como repasaremos, pero la FEB no efectúa los cambios de calado que necesita una competición con configuraciones tan dispares en cuanto al número de equipos, ni arregla el desaguisado generado por la absurda cantidad de descensos de la Conferencia A, ni adapta el número de Conferencias al de ascensos (que aumentan de 4 a 6).

Así, se mantienen las cinco conferencias tradicionales, de las que la A, la C y la D se dividen en dos grupos. La Conferencia A, que el año pasado se amplió de 28 a 32 equipos, volvería a su estructura anterior, confirmándose así los 13 descensos que se habían producido. Todavía no consta el sistema que se va a utilizar para determinar los equipos que representarán en las Fases Finales a esta Conferencia A, que tendrá 4 representantes como premio por ser Marín el vigente campeón de EBA.

La otra novedad en cuanto al número de equipos podría llegar en la Conferencia E, para la que se prevé una ampliación hasta un máximo de 16 equipos, desde los 12 actuales (recordemos que este año no se consiguió hacer efectiva una liga de más equipos al no encontrar clubes interesados). Para el desarrollo de la Liga Regular se disputarán dos fases: para la primera se conformarán dos grupos de ocho equipos que se enfrentarán todos contra todos a dos vueltas. Los cuatro primeros de cada grupo se clasificarán para la Fase Clasificatoria, en la que se decidirán los tres representantes de la Conferencia E en las Fases Finales; por el otro lado, los cuatro últimos de cada grupo se integrarán en la Fase de Descenso de la que saldrán los cuatro equipos que pierdan la categoría al final de temporada.

Así pues, solo habría cambios en las Conferencias A y E, quedando inalteradas las restantes (B, C y D).

Donde sí encontramos un cambio muy relevante es en la forma de decidir los ascensos. Al aumentar de cuatro a seis el número de plazas de ascenso y mantenerse las cuatro fases finales, no solo subirán los cuatro ganadores, sino también dos segundos, que saldrán de sendos enfrentamientos directos entre el 2º de la FF1 y de la FF2, por un lado, y de la FF3 y de la FF4 por el otro. Esta nueva estructura supone que las Fases Finales pasen a disputarse de jueves a sábado (en el sistema de siempre), dejando el domingo para el cruce entre los segundos clasificados. Esta novedad implicará que las Sedes, que determinarán la Comisión Ejecutiva de la FEB, solo serán DOS (en vez de CUATRO SEDES), y cada una de ella albergará DOS fases de ascenso. Es decir, habrá dos equipos primeros de grupo al que se les privará de que su afición vea una Fase de Ascenso. Esta temporada, sin ir más lejos, tres de los cuatro anfitriones fueron los equipos ascendidos a Plata, para que nos hagamos una idea de lo importante que es jugar en tu pista al calor de tu hinchada.

La fecha límite para inscripciones será el 6 de julio (la temporada pasada fue el 17 tras los cambios producidos), fijándose el aval en 8.000 €, lo que supone un mantenimiento de los costes del año pasado. Sin embargo, la FEB añade un nuevo cargo en concepto de cuota de inscripción por un valor de 1.000 € que se sumará a las cuotas que independientemente cada territorial pone. Habitualmente, la cuota de la Feb para Eba no existía, por lo que los equipos solo pagaban la cuota de la Federación Territorial, por lo cual este hecho supone un gasto más para los equipos.

En cuanto a la configuración de las plantillas, se incorporan dos novedades: el número de jugadores de formación sube de 7 a 8 y se establece un máximo de dos extracomunitarios, lo que supone un cambio importante ya que dejaremos de ver equipos con cinco americanos jugando la mayor parte del tiempo. Además, para evitar la disparidad de costes en la EBA, la FEB unifica para todo el territorio nacional la cuota de inscripción de extracomunitarios, que será de 1.400 € para los inscritos antes de comenzar la liga, 1.950 € antes de la segunda vuelta y de 2.500 € desde ese momento y hasta el fin de plazo de inscripciones. Por tanto, el coste de inscribir a un extracomunitario será entre 20 y 35 veces más caro que el de un jugador comunitario (72 €).