Barra Njie (2001 / 191 cm) es una de las perlas del baloncesto sueco y está de moda tras su paso esta campaña a la G-League, antesala de la NBA, luego de una temporada en la que fue proclamado mejor joven de la liga sueca. Pero no todo han sido siempre momentos estelares en una carrera irregular con altos y bajos.

Nacido en Suecia (padres inmigrantes de Gambia), fue siempre fue una de las promesas del baloncesto del país. Su capacidad física era superior a la media de su generación y le hizo destacar desde muy temprano, tanto en campeonatos locales con Fryshuset como en la selección, donde explosionó en la Baltic Cup Cadete de 2016. En una decisión extraña, ese verano de 2017 no jugó los Europeos de formación por irse ya a Estados Unidos a trabajar. El lugar escogido fue St Benedict’s Prep, un centro donde ya había otros suecos como el NCAA Ebrima Dibba o el exFEB Musa Jeng. Incluso rechazó ofertas de equipos como el Real Madrid, como contaba a Eurospects. Allí se adaptaba al baloncesto americano, crecía en su físico y acumulaba ofertas de NCAA mientras quemaba etapas, destacando sobre todo en su último año (19/20).

Sin saber muy bien por qué no llegó a la NCAA la 20/21 (¿notas? ¿decisión personal?), había por Twitter diversos anuncios. Por un lado, un JUCO americano anunciaba su incorporación (Palm Beach CC) y, por otro, firmaba por un agente, aunque él mientras andaba por Alemania y realizaba allí entrenamientos. Finalmente, decidió en enero volver a jugar en casa con Fryshuset, un equipo de la zona baja de la primera división sueca (SBL). Njie, con libertad total, literalmente la rompió y jugó 17 partidos para irse a unas medias de 17.8 puntos, 6.2 rebotes y 4.9 asistencias en 30 minutos en pista, siendo elegido mejor rookie de la competición por delante de David Höok (actual TAU Castelló).

En el verano, la selección sueca absoluta le convocaba para sus entrenamientos, siendo la estrella, junto al NCAA Potho, de la U20 que dirigía nuestro recientemente entrevistado Boris Balibrea. Se volvía a hablar de intereses de universidades americanas, de ofertas de equipos de Euroliga y ACB, pero finalmente su actual agente informaba que se presentaba al draft de la G-League, donde sería escogido en 2ª ronda por los Delaware Blue Coats. Sin embargo, por problemas de visado, se perdió la pretemporada y los primeros partidos y no pudo debutar hasta finales de noviembre, costándole encontrar continuidad (7 pa, 13 mi, 3.6 pt, 2.4 re, 2.4 as).

Tras varios años jugando en Estados Unidos a nivel de High School, la pasada temporada fue la primera que pudimos ver a Njie en una liga competitiva de nivel medio como es la sueca. Pero para ser justos, su club, Fryshuset, era de la zona baja, con muchos partidos perdidos por amplia diferencia y un nivel justo como equipo. Su nivel allí fue muy alto y por su estilo de baloncesto la aventura G-League no me parece ninguna locura, aunque le está costando cuajar.

Ya de ‘uno’ respecto a cuando era joven y ejercía de combo guard, su estancia americana le valió para seguir con su físico, muy bueno para su puesto. Hablamos de un base muy explosivo en su primer paso, excelente en el P&R o en su juego 1×1, con buena capacidad para penetrar y llegar al aro, absorbiendo muy bien los contactos. Complicado de detener cuando encara, con su manejo de balón (con ambas manos) saca muchas faltas personales. Letal a campo abierto, tanto finalizando como asistiendo. Controla la media distancia y puede anotar de tres, pero debe ser más consistente para llegar a la élite. Atrás, con su físico, es un jugador con buen nivel de actividad, atento siempre a las líneas de pase e inteligente a la hora de robar balones.

A cambio, es todavía un base en formación que necesita unir su concepto de base de 1×1 o juego abierto a un base creativo que lea lo que necesita su equipo en cada momento, sin forzar a veces determinadas situaciones (como hace con ciertos pases). Ya incidimos en su tiro exterior, pero además en defensa debe mantener la concentración todo el partido (así como asumir conceptos defensivos).

Sin muchos minutos en la G-League, Barra Njie es un base que necesita jugar e ir quemando etapas. Viendo el ejemplo de Clarance en la misma Suecia, debería orientar su carrera hacia una liga competitiva como podía ser una LEB Oro, BNXT o Alemania, con un entrenador que sacase provecho a sus virtudes y un equipo en el que poder pulir sus defectos e ir adquiriendo esa experiencia competitiva que en cierto modo le falta.