Hoy toca hablar sobre el niño prodigio del baloncesto eslovaco. Hablamos de un Timotej Malovec (2004 / 196 cm) que siendo actualmente júnior ya ha sido internacional absoluto con la selección de Eslovaquia.
Formado en el Inter Bratislava, donde jugó varias ediciones de la EYBL (European Yuoth Basketball League), empezó a llamar la atención cuando fue miembro de la U16 eslovaca en 2019 (números discretos). La 19/20 se sale en la EYBL U16 (18.3 pt, 7.4 re, 3.1 as), pero es la 20/21 cuando da el salto cualitativo al confiar en él el primer equipo del Inter Bratislava, inicialmente entrenado por Alberto Blanco. Fue rotación básica (16 mi, 3.0 pt, 2.0 re) como júnior de primer año, ganándose la llamada de una selección absoluta con la que debuta y juega 4 partidos (8 mi, 1.8 pt).
Es en el inicio de esta temporada cuando ha destacado como primera espada en el Inter Bratislava, tanto en la Extraliga SBL (9 pa, 32 mi, 9.2 pt, 3.4 re, 2.0 as, 1.5 T3 anotados) como en la Alpe Adria Cup (4 pa, 32 mi, 10.5 pt, 2.2 re, 4.2 as, 1.2 ro). Además, participó con Eslovaquia en la reciente ventana FIBA (1 pa, 5 mi).
La primera sensación que se tiene con este jugador es que en vez de ver a un chaval de 17 años estás viendo a uno de 21-22 años por cómo se mueve y la madurez que tiene. Tiene buen tamaño, movilidad y brazos largos, aunque debe moldear su tren superior para ligas top. Con talento ofensivo, es un jugador hábil con el balón, con buena técnica en el manejo. Este curso ha mostrado una evolución en su tiro de tres, encontrándose muy cómodo en las esquinas y en situaciones de catch and shoot. Además, sabe jugar sin balón y es muy efectivo en las puertas atrás. Corre bien la transición (buen control corporal) y sabe penetrar, aprovechando ventajas generadas por bloqueos (buena técnica individual a la hora de marcar pasos, aunque le falta esa fuerza a la hora de contactar en su llegada al aro). Cuando tiene superioridad física ante su par no tiene miedo a intentar postear, algo que le quedó de sus inicios, usando a la perfección el arte de las fintas. En defensa, a pesar de que no se esconde, de que tiene manos rápidas por su envergadura y de que intenta ayudar en el rebote, debe dar un paso más en consistencia.
En definitiva, un jugador aún en edad júnior que en una liga “compleja” a nivel táctico como la eslovaca (no nos dejemos engañar por los prejuicios) se ha consolidado como titular, creciendo en aspectos como el tiro o las habilidades de manejo. Cuando adquiera más experiencia, mejore toma de decisiones, se atreva con el dribbling y pula su físico y algunos detalles técnicos puede haber un jugador de proyección cuyo límite habrá que ver.