Estrenamos nueva sección. Tras dos cursos de NCAA Underground, los viernes pasarán a ser de Radar ZdB. Nuestro objetivo no es más que poner bajo el foco jugadores, situaciones, historias o equipos para que sean conocidos más allá de nuestras miradas indiscretas. Por cuestiones de tiempo, tampoco sabemos la periodicidad que le dará nuestro @m_jordan9, pero creemos que pueden llegar a ser artículos que enriquezcan a la web. Sin más dilación, os dejamos con la primera entrega.
Para esta primera entrega me voy hasta la Basketligaen danesa, donde están dos jóvenes U22 daneses que recientemente han entrado en la preselección de la absoluta de su país: Leonardo Carlino y Bakir Serdarevic.
Leonardo Carlino
2000 / 198 cm
Es un talento más de esa inagotable escuela de baloncesto danesa que es Hørsholm 79ers. La antigua casa de Rafa Monclova y David Gómez siempre ha tenido buenos jóvenes en sus filas y Carlino es un exponente más. Debutó con este equipo en la liga danesa la 16/17, siendo júnior, y tuvo un momento de auge en el Europeo U18 de 2018 (14.5 pt, 5.0 re), en un curso donde también jugó como invitado el ANGT con el Varese, debido a su otro pasaporte (Italia). Su primera temporada sénior fue en su equipo de casa, jugando la 2ª división bajo la batuta del técnico español Matías Camino, dando el salto al “básquet profesional” de la mano de Luka Varga en los Svendborg Rabbits. Tras dos años con un protagonismo residual (20/21: 9 mi, 4.4 pt), esta temporada decidió bajar un peldaño a un equipo menos puntero de la Basketligaen como es BMS Herlev Wolfpack y en este inicio ha explotado de forma bestial, consiguiendo tras ocho partidos unos promedios de 16.9 puntos 5.9 rebotes, 3.1 asistencias y 1.4 robos en los 28 minutos en los que ha estado en pista.
¿CÓMO JUEGA? Se trata de un 2-3 de buen físico que ha encontrado en Wolpack el entorno ideal para poder destacar como hacía en categorías de formación. Jugador muy vertical y con mucha capacidad para llegar el aro (bien por desborde en 1×1, bien aprovechando ventajas de bloqueos indirectos), sabiendo aguantar bien los contactos para definir (su punto fuerte desde siempre). No es raro tampoco verlo pararse a media distancia para hacer pull up, pudiendo ser una opción. Muy activo en el rebote en los dos lados, es frecuente verlo hacer coast to coast tras captura en el aro local, llegando como una centella al rival, puesto que a campo abierto se encuentra muy cómodo. Ojo, porque es buen lanzador de tiros libres (ronda el 80%). Capaz de jugar sin balón, ha ido adquiriendo rango de tiro a pies quietos, aunque su lanzamiento es algo plano. Tampoco es un jugador técnico con características de jugón en el manejo de balón, pudiendo mejorar su juego de P&R y evitar tantas pérdidas, ya que muchos de sus desbordes vienen por su potencia y rapidez. No es egoísta con balón y sabe asistir a sus compañeros cuando genera opciones de ventaja. Atrás, aprovecha su físico para intentar crear problemas a sus rivales.
Leonardo Carlino ha recuperado este curso la confianza y las dotes que había mostrado en los europeos de formación. La llamada de la absoluta no es más que un premio a su buen inicio de curso. Su capacidad de desborde, letalidad en transición e instinto reboteador le abren un hueco en el profesionalismo, aunque será su mejora en el lanzamiento la que marcará su tope y su futuro.
Bakir Serdarevic
2000 / 193 cm
Producto de la factoría de Horsens, Serdarevic fue un habitual de las selecciones formativas danesas, formando tridente junto a Igor Bakic y el mencionado Carlino. Debutó en la 17/18 en la primera división danesa y tras dos años con presencia residual empezó a tener un rol de segunda unidad las dos últimas temporadas, en una 20/21 donde desechaba la aventura universitaria americana y firmaba su primer contrato profesional. Sin embargo, es en la actual cuando ha crecido hasta el puesto de titular y puntal importante. Su equipo, Horsens, que en otros momentos era la némesis del poderoso Bakken Bears, ha experimentado una cierta bajada de nivel y la marcha de algún clásico ha abierto la puerta a jugadores daneses como Jespersen o el propio Serdarevic. De tal forma, este joven base danés se ha ido en siete partidos a unas medias de 11.9 puntos, 2.1 rebotes, 1.7 asistencias y 2.0 robos en sus 34 minutos en cancha.
¿CÓMO JUEGA? El joven combo guard se ha instaurado este curso en el cinco titular de Horsens en el puesto de ‘dos’. Con el semidesconocido base americano Cleaves asumiendo más funciones de subida de bola y de dirección, Serdarevic ha quedado encasillado en la función de verdadero especialista del triple. ¿Te acuerdas de aquel perfil de jugadores cuando en el baloncesto no hacía falta que todos hicieran de todo? Pues Serdarevic es de aquella época, siendo letal en el catch and shoot desde el 6.75 y dándole igual que sea en las esquinas, frontal o a 45º. Él se levanta y anota más de tres triples por partido, incluso desde 8 metros o desequilibrado. Pero a cambio, en estas últimas temporadas ha detenido su reconversión al ‘uno’. Conserva un buen manejo de balón que le hace ser capaz de anotar con un tiro tras bote desde la media distancia, o asistir, pero no es capaz de llevar el peso del partido en la dirección, faltándole físico a la hora de buscar contacto y no siendo un generador de juego. Atrás, tiene manos rápidas, pero sufre ante jugadores físicos. Se ha ido encasillando hacia ese estilo unidimensional.
Su capacidad desde el triple le hace ser un jugador letal, sin embargo su unidimensionalidad y su físico pueden levantar dudas si pensamos en una proyección hacia fuera de Dinamarca.