Hablamos hoy de uno de esos jugadores que ha eclosionado en Argentina, hasta tal punto que ha llegado a la selección albiceleste para quedarse. Con una selección que está buscando el cambio generacional poco a poco, son varias las promesas argentinas que destacan desde muy joven y, aunque progresan en su juego, no llegan a un excelso nivel. Negrete es todo lo contrario, un jugador que no pasó por las selecciones de formación y que ha ido quemando etapas.
Alex Negrete
2001, 192 cm, Argentina
La temporada 20-21 fue su primera como profesional jugando el Torneo Federal (2ª división) con Alpachiri, donde su gran año hizo que desde La Liga (1ª división) se fijarán en él y así llegó a Quilmes, donde no tuvo problemas de adaptación, con nada menos que 17 ppp. Su temporada hizo que en la 22-23 Ciclista Olímpico La Banda lo fichara, lo que le haría subir en enteros y aspiraciones. Dos buenos cursos, destacando a pesar de la competencia, y la 23-24 ganó el premio de La Liga como mejor sub23 instaurado en la 2ª unidad, hicieron que llegara a la órbita de una selección argentina cada día más foránea en cuanto a su composición. En esta última temporada, Instituto Atlético Central Córdoba apostó con fuerza por él, un equipo comandado por Lucas Victoriano en el banquillo que ha llegado a la final de La Liga donde cayó contra Boca. Una plantilla con varios nombres importantes, desde jóvenes como Bautista Lugarini y Lee Aaliya, que se sumaban a la experiencia de los Saiz, Copello o Vildoza, o la potencia física de Tomás Monacchi. Pero la dupla anotadora fue el interesante killer uruguayo Nicolás Pomoli y nuestro protagonista Alex Negrete. A pesar de tener contrato, su buena temporada, elegido mejor jugador joven sub23 y premio al mejor sexto hombre de la La Liga, que ha provocado su fichaje por el Flamengo brasileño, adelantada en su día por medios argentinos antes de una procrastrinada confirmación oficial. Sus promedios este curso en La Liga Argentina fueron de 25 mi, 13.1 pt, 4.5 re y 2 as.
Se trata de un dos, ni excesivamente alto ni físico, pero sí que es un jugador muy explosivo en sus movimientos y muy vertical. Imprime mucha energía en su juego y tiene ese descaro que se ha ido perdiendo en el baloncesto moderno, además de tener esa confianza en si mismo para seguir tirando a pesar de los fallos anteriores, siendo un jugador que no se esconde. Su juego se basa mucho en el P&R, donde puede pasar, pero su opción principal es su penetración, incluso también en el 1×1; se trata de un jugador muy incisivo, que desarbola con sus cambios de ritmo, sus cambios de dirección, su capacidad para absorber los contactos. Ese modo de jugar le hace sacar muchas faltas y visitar la línea de tiros libres donde se va a un 76%. Sus transiciones conduciendo el balón también son muy peligrosos porque se coloca el aro rival entre ceja y ceja hasta lograrlo. A pesar de su estilo de juego, se puede levantar desde lejos, aunque “solo” anota un triple por partido con un porcentaje del 33%. Atrás es un jugador trabajador, con buena movilidad, sin miedo al cuerpo-cuerpo, que intenta ayudar en el rebote, pero que aún debe mejorar la lectura de las situaciones. Otro punto también clave en su desarrollo es la toma de decisiones, con su estilo de juego su cifra de 2 asistencias de media por sus 1.7 pérdidas, y tras visionarlo en varios partidos, es que su lectura es mejorable, tanto en las finalizaciones como en determinados pases “no forzados” que acaban en robo rival.
Sin duda es un jugador con algo especial, ese desparpajo y esa verticalidad no se suele ver ya, su capacidad para adaptarse a diferentes roles y ser revulsivo desde el banquillo, también es importante. Es un jugador que, por otro lado, necesita seguir sumando minutos de juego, seguir trabajando su físico, añadir más consistencia en su tiro lejano, y con margen de progresión en la toma de decisiones. No sé si la NBB brasileña será el mejor lugar pero seguro que allí sigue sumando. Su pasaporte extracomunitario podría condicionarlo, para recalar en España como otros compañeros de selección, y su adaptación táctica a una liga como Primera FEB supondría un bonito reto para su carrera.
Su buena temporada ha hecho que más medios españoles se fijasen en él, como lo han hecho los compañeros de Campo Atrás, con un buen artículo y un buen vídeo.