Seguimos hablando de Primera FEB a través de diferentes artículos, a modo introductorio sobre lo que nos espera en este nuevo curso, y los cambios que han hecho los equipos. Hoy vamos a hablar de una serie de jugadores que creemos que tienen ese perfil de, en cierto modo, estar ya consolidados, pero que deben dar ese paso para estar entre los mejores de la competición y, por qué no, mirar hacia arriba.

Mateo Díaz (Flexicar Fuenlabrada). El argentino parece que lleva toda una vida en Primera FEB, donde va a cumplir su sexto año, pero ojo porque es un jugador de tan solo 24 años. Repite experiencia en el club madrileño un base que tiene físico, verticalidad, intensidad, es letal a campo abierto, seguro desde el tiro libre, y este curso se le debe pedir aún más a todo lo que suma: vigilar sus pérdidas, controlar el tempo de juego e ir un poco más en su tiro exterior. Está ante lo que es su gran oportunidad para irse hacia el club de la élite de la liga.

Sediq Garuba (Grupo Caesa Cartagena). De los pocos U22 de la liga, tercera temporada en Cartagena y ya un veterano en cierta forma. El pequeño Garuba tiene un físico que permite cambiar partidos y este curso, con Félix Alonso y vista la configuración del equipo, debe dar un plus, coger protagonismo en ataque tanto en las entradas, como ser valiente en el tiro, letal a campo abierto; sus condiciones, juventud y proyección le hacen ser un jugador sobre el cual poner la lupa a poco que eclosione.

Gabriel Gil (Grupo Ureta Tizona). Jordi Juste se lo llevado desde Cartagena a Burgos; ya aposto por él para debutar en 1ª FEB y Gil respondió. Jugador versátil, duro atrás, capaz de jugar de tres como de cuatro, es móvil, anota de tres y va fuerte al rebote. Se trata de un jugador que siempre es necesario, cemento armado, que tiene una gran oportunidad de dar un paso más. Su condición de cupo, sus cualidades y su proyección pueden hacer pensar en él para rangos superiores si continua su línea ascendente de progresión.

Rafa Lisboa (COB). Moncho López lo tuvo claro y lo quería en su equipo sí o sí. Jugó el Eurobasket con Portugal; debe ganar en consistencia, con mucho poderío ofensivo y peligroso desde el P&R, tendrá minutos de protagonismo y se espera que haga a su equipo jugar con buena lectura. Debe dar un nivel más atrás, pero fundamentos y calidad tiene, si Lisboa consigue dar ese plus, puede ser un base que entro dentro del catalogo top.

Raúl Lobaco (Alimerka Oviedo). La marcha de Martí le ha dejado como emblema del equipo asturiano. El exterior debe creérselo y dar ese salto para lograr dar el siguiente paso como ha hecho su excompañero Sanz. Condiciones tiene de sobra: tiene buen físico, piernas atrás, puede correr a campo abierto y anotar desde lejos donde ya ha logrado canastas ganadoras, pero sin mucha capacidad de generar con balón, es hora de que de ese paso para el que está preparado.

Diego Alderete (Grupo Alega Cantabria). Un jugador de equipo, sale de su zona de confort, con un entrenador como Zamora que siempre ha tutelado y confiado en él. Ahora, al lado de Encinas, todo el mundo sabe que es un jugador de corazón, de dejarse todo en la pista, bailar con la más fea o coger ese rebote imposible, pero debe dar un paso adelante ofensivo. Además del trabajo sucio, es un jugador que puede demostrar ser completo en todos los ámbitos.

Golden Dike (Palmer Mallorca). En Menorca no tuvo oportunidades, pero el interior tiene claro que la receta para llegar a cumplir su sueño es trabajo y más trabajo. Con buen físico, capacidad de entender el juego y un tren superior de alto nivel, en Mallorca va a tener minutos, necesarios para mejorar en su juego en pista, afianzar su poderío reboteador y progresar desde la línea de tiros libres donde sufre actualmente.

Morgan Stilma (Melilla). Un jugador que probablemente, si no fuera por las lesiones hubiera llegado antes a la categoría. El curso pasado fue fundamental en las filas de Garitaonandia, y ojo que en esta puede repetir. Polivalente y capaz de ocupar el puesto de tres o de cuatro, no llegará a los dos metros pero tiene un fuerte tren superior y sabe usar su cuerpo y moverse a la perfección, tanto como sin balón, como buscando el aro, sin miedo al contacto donde aprovecha su cuerpo o sorprender desde el triple. Si controla sus pérdidas, y sigue esa evolución, jugador a vigilar.