Aprovechamos el verano para conversar con un entrenador español que lleva varios años afincado en el extranjero a pesar de su juventud, como es el caso de Álex Arias. Actualmente, va a cumplir su tercer curso en Georgia, nada menos que en la Zaza Pachulia Academy, a donde llegó tras una buena labor en formación en Dinamarca. De todo ello, hablaremos en las siguientes líneas para conocer un poco más a este entrenador:
Zona de Básquet – Cada entrenador tiene sus inicios, sus primeras inquietudes, sus primeros pasos ¿Cómo fueron los tuyos, en qué clubes estuviste?
Álex Arias – Mis inicios fueron en el AB Almassora, donde desde los 16 años ya estaba involucrado en cantera. He estado como jugador en varios clubes como el CB Castellò, el AE Claret de Valls y en todos ellos siempre he intentado compaginar el ser jugador con ser entrenador de cantera. Podría decir que siempre he tenido esa habilidad para trabajar con chavales y ha sido un trabajo que he disfrutado. Una de las etapas más difíciles es la de asimilar que tu carrera como jugador tiene que acabar y centrarse solo en el banquillo es un proceso complicado, pero que merece la pena.
ZdB – Hay un momento que tu carrera da un giro verdad: en 2019 dejas España y te ibas a volver a casa después de estar en Claret de Valls y acabas yéndote a Dinamarca.
AA – La verdad que la etapa en el AE Claret de Valls ha sido una de las más bonitas de mi carrera, a pesar de su corta duración. En ese momento, acepté un reto que parecía complejo con el Cadete A, y la verdad que fue todo un éxito. La relación entre padres, jugadores y cuerpo técnico era sensacional y fue triste tener que abandonar. Era una etapa donde la vida laboral estaba en una situación compleja y ya que tenía experiencia en Fútbol Americano, me contactaron desde el club Midwest Musketeers de Viborg para jugar allí y abrir la sección de Baloncesto. Fue un poco una locura, porque no tenía sueldo. Me pagaban la vivienda y yo me pagaba la comida de unos pequeños ahorros que tenía.
Esa etapa lo cambió todo en mi vida, ya que esa nominación a entrenador del año juvenil por la DBBF puso Viborg en el mapa y mi reputación cambió radicalmente. Hubo muchísimo trabajo detrás, tanto en horas como en estudio para desarrollar un área tan pequeña que pasó de tener 27 miembros a 83 en 3 meses. Pero varias personas, entre ellas Sebastian Aris (Jugador del Lucentum Alicante) y Jan Henriksen, el que fue presidente del club, ayudaron muchísimo en que el proyecto saliese adelante y mi perfil fuese mejor valorado.
ZdB – Después de unas temporadas en tu anterior club, llegas nada menos que a uno de los equipos más poderosos de Dinamarca ¿Cómo es integrarte a una estructura como Bakken Bears y ese período que pasas en el club, qué funciones realizabas y cómo además lograste llegar a ser asistente en selecciones de formación de Dinamarca?
AA – La llegada a Bakken Bears fue muy positiva, tengo un grato recuerdo de esa etapa. Inicialmente llego como Head Coach del equipo de 1 Div (Segunda Danesa) y Asistente de la Bears Academy en Basketligaen. El equipo estaba lleno de talento y no fue muy difícil encajar en el proyecto.
En ese momento, los entrenadores del U19 de Bears Academy, Anton Elsner y Jesper Serritzlew, eran los entrenadores de la U18 Nacional. Tuvieron una baja de última hora en el cuerpo técnico y me pidieron si podía ayudarles para el Europeo U18 División B de Ploiesti (Rumanía) con la generación 04/05. Acepté el reto y conseguimos 2 medallas. Una de Plata en los Campeonatos Nórdicos y otra de Plata en el Europeo, donde por desgracia perdimos en la final contra Suecia. Conseguimos juntos el objetivo de ascender a División A.
Al año siguiente, con la generación 2005/2006 hicimos historia, ganamos el Oro en el Nórdico y terminamos siendo el primer equipo masculino juvenil en mantener la división A por primera vez en la historia del país. Algo que fue precioso, en el Europeo U18 A de Nis (Serbia). En ese famoso Europeo de Hugo González, Aday Mara, Lucas Langarita, Mario Saint-Supery y otros grandes nombres del baloncesto europeo.
ZdB – A mediados de Febrero de 2023 pegas un cambio y pasas a la estructura de otro club fuerte de Dinamarca como el Svendborg ¿Cómo fue ese cambio y cómo es la adaptación a mitad de temporada?
AA – La etapa en Svendborg fue muy positiva para mí. El equipo me contactó a mitad de temporada para valorar un posible cambio. Una serie de circunstancias aceleró el proceso ya que Svendborg tuvo unas salidas en el Staff que necesitaban ser cubiertas y me ofrecieron entrar en el proyecto a mitad de temporada para intentar salvar el mal lugar donde estaban en ese entonces.
Acepté y la verdad que el equipo consiguió salvar la cara e incluso ganar a Bakken Bears siendo un presupuesto muy muy inferior.
ZdB – En 2023, otro cambio muy grande, te vas a Georgia a la Zaza Pachulia Academy, una escuela de formación que crea uno de los grandes de Georgia, un pívot que llegó a jugar 16 temporadas en NBA que adorna con dos anillos de campeón de NBA. ¿Cómo se gestó fichaje, qué te impulsa a dar el paso y cambiar de país?
AA – Bueno, el claro ejemplo de que visitar los torneos FIBA o participar en ellos es una gran vía para generar contactos e incluso oportunidades laborales.
Durante el U18 División A de Nis, un Scout NBA, buen amigo me contactó como hacemos habitualmente para tomar un café en el día de descanso.
En esa conversación salió la idea de poder enviar mi CV a Zaza ya que estaban buscando Head Coach y consideraban que podía ser el candidato perfecto para ello. Una vez finalizado el Europeo, Zaza me contactó y enseguida hubo buena química y conexión en trabajar juntos.
Soy un hombre de retos, y cambiar uno de los mejores países para vivir del mundo como Dinamarca por Georgia, en ese momento, desde luego era el shock definitivo que mi carrera necesitaba.
ZdB – Ya llevas dos temporadas allí ¿Qué te has encontrado a nivel de instalaciones, tanto de pistas de baloncesto como de gimnasio, cómo es a nivel formativo, hay jugadores que se quedan allí en forma de pensión completa, se llega a través de un sistema de becas? ¿Nos puedes contar un poco más en que consiste la Academia de Zaza Pachulia?
AA – Ahora mismo tenemos más de 15 jugadores en Beca Completa.
Nuestras instalaciones son posiblemente de las mejores del país. Tenemos 3 pistas completas, las instalaciones de Shoot 360 (un gran proyecto que os recomiendo descubrir) donde Zaza es también inversor, un hotel con múltiples habitaciones, restaurante, oficinas, y un gimnasio bastante grande. Todo dentro del mismo recinto, lo que es sorprendente para un país como Georgia.
En general, la calidad de las instalaciones en el país podrían mejorarse pero están en proceso de reconstrucción. Ya hay muchos equipos y ciudades mejorando sus pistas y la verdad se ve una ligera evolución, pero no siempre es así.
La misión de la Zaza Pachulia Academy es la de, además de desarrollar talento élite de cara al extranjero, trabajar para que todos los niños mejoren, se lo pasen bien y aprendan los valores del deporte. Suena a tópico, pero creéme que la ejecución de estos puntos en el día a día es todo un reto por el contexto cultural del país.
ZdB – Repetirás por tercer año este curso, ¿has notado crecimiento desde tu estancia allí, hacia dónde quiere ir la Academia, notas unas ideas comunes de crecimiento y la existencia de un proyecto a medio plazo en una Academia que ya lleva unos cuantos años de existencia?
AA – He notado un crecimiento en muchísimos factores. Además de todos los detalles técnicos y tácticos, el tema del desarrollo de entrenadores es lo que más me importa a corto plazo.
Tenemos claro que sin invertir esfuerzos en perfeccionar la calidad del cuerpo técnico (tenemos más de 20 entrenadores en plantilla), sufriremos al largo plazo. Por lo que centro muchos esfuerzos en tener una estrategia de desarrollo muy clara, formativa tanto para jugadores como entrenadores jóvenes que tienen muy buena voluntad y ganas de aprender.
Lo mejor de todo, es que tanto Zaza, como el nuevo Management y yo estamos super alineados en los proyectos y somos un equipo. Todo el mundo trata de aportar ideas, valor y al final lo que sea mejor para todos, así haremos.
Considero que una Academia como la Zaza Pachulia nunca puede mirar atrás, todo ha sido un aprendizaje pero nuestro contexto no permite el relax. Tenemos que intentar ser estratégicos en los movimientos y en los acuerdos de colaboración para adaptarnos a la situación actual del deporte. América está apostando fuerte y hay que valorar lo que es mejor para los niños de la Academia a medio/largo plazo.
ZdB – A nivel deportivo, ¿seguirás entrenando al U18?
AA – Este año no entrenaré al U18 de nuevo. El año pasado me vi forzado a tomar el control del equipo ya que el entrenador que teníamos en ese puesto tuvo que dejarlo por motivos familiares y no tuvimos margen de reaccionar. Fuimos subcampeones, pero no estamos obsesionados con los resultados, tuvimos que tomar decisiones deportivas que en el largo plazo serán fructíferas.
Mi rol va a estar más centrado en la visión general del club, formar parte de los entrenamientos de los equipos clave varias veces a la semana, desarrollar entrenadores y asegurarme que pueda trabajar también de manera individual con nuestros mejores talentos para darles tiempo de calidad. Es posible que entrene en algún torneo internacional este año, como hice el año pasado en EYBL, pero serán contextos muy específicos que no requieran demasiada atención en 1 generación concreta.
Nuestros esfuerzos van a ser en tener un estilo de juego definido y donde con paciencia y esfuerzo, los talentos vayan saliendo a la luz y tratar de llevarlos en la dirección correcta.
ZdB – Supongo que tener el apoyo de Zaza Pachulia da una sensación de seguridad, ¿cómo es el trato con una exestrella de la NBA, tenerlo como jefe, lo ves involucrado, o delega y solo es el soporte?
AA – Zaza es una gran persona. Una cosa es el show business, el glamour de la NBA y la apariencia que este perfil de jugadores puedan dar y otra diferente es la realidad del día a día y cómo se involucran estos jugadores con las causas que defienden o representan. Tendemos mucho a idealizar ciertas figuras, pero son personas normales que simplemente viven un contexto diferente al nuestro. A muchas estrellas NBA se les puede ir un poco la cabeza, eso es cierto, pero desde luego que la familia Pachulia en general son gente cercana, cariñosa y de mucho valor humano. Siempre están comprometidos en el día a día de la Academia, y hablo en plural porque es toda la familia Pachulia, no solo Zaza.
Él delega, me da su opinión y debatimos constantemente sobre cómo nos gustaría ver o trabajar las cosas. Somos dos tipos con mucho carácter, pero que el respeto prima por encima de todo y nos sentimos cómodos trabajando el uno con el otro. Siento muchísima confianza por su parte y por parte del Management. Ellos muestran dar todo por mí, al igual que yo lo estoy dando por ellos.
ZdB – ¿Qué le falta al jugador georgiano para dar un salto cualitativo en el baloncesto internacional? Vemos como la selección georgiana tiene un bloque básico que lleva años, pero a la que le está costando meter savia joven nueva. ¿Crees qué es posible que con el trabajo que se viene realizando desde la base, empiecen a salir proyectos ya de forma realista?
AA – Georgia tiene muchísimas limitaciones que dificultan un proceso formativo de calidad. Muchísimas. Al jugador y entrenador Georgianos le falta mucho compromiso con la faceta defensiva.
Aunque no solo es un problema de Georgia, sino general que se acentúa por esta nueva cultura del highlight donde prima la estética del movimiento y no la eficiencia del mismo en el juego colectivo.
La selección Georgiana actual concentra muchísimo talento en las posiciones interiores, pero siempre se ve limitada en la generación del juego, especialmente con bote, en las posiciones exteriores.
En categorías de formación, hay varios proyectos de jugadores exteriores e interiores que vienen haciendo un buen trabajo, pero todavía queda mucho por delante.
Lo que sí veo en los jugadores Georgianos y no en otros es esa ambición por conseguir grandes cosas. Solo necesitan una buena guía, ser liderados con el ejemplo e invertir tiempo de calidad en ellos y en guiar a las familias de manera adecuada en los pasos a seguir. Cosa que hemos mejorado muchísimo desde mi llegada en la Zaza Pachulia Academy y seguimos mejorando internamente.
Para responderte directamente a la última pregunta, sí. De hecho ya hay proyectos de jugadores Georgianos saliendo a Academias o clubes de prestigio Europeos. Siempre en edades tempranas desde los 13 a los 16/17.
Que salgan directamente de Georgia como profesionales de altísimo nivel no lo veo a corto plazo, hay mucho por hacer en ese aspecto a partir de las ligas U18 hasta la Superleague.
ZdB – Pasando a otro orden de cosas ¿Cómo es la vida en Tiflis: notas mucho el cambio cultural, la barrera idiomática, hay mucho caos siendo una ciudad de más de un millón de habitantes?
AA – Tiflis es una maravilla de ciudad. A pesar de que pueda parecer caótica (que lo es), tiene todo lo que te puedas imaginar. Fue un shock para mí el primer mes pero si hay algo que caracteriza a los Georgianos es su hospitalidad. Me hicieron la vida muy sencilla y disfruto mucho la ciudad. El idioma creía que iba a ser un problema grande, pero no lo ha sido. Es sorprendente el número de niños que entienden el Inglés y la verdad que mi Staff me ayuda mucho en traducir cuando es necesario.
Os recomiendo mucho venir y probar la gastronomía, contemplar los paisajes, su gente…
ZdB – Llevas muchos años ya fuera, lejos de España, aunque realizas tus visitas, estás viviendo el sueño del baloncesto, no teniendo que compatibilizarlo con otro trabajo como hacías aquí, pero ¿cómo es para ser un entrenador estar tan lejos de tu familia, de tus amigos, de tu país…, cómo se superan esos momentos duros que hay?
AA – La verdad, esa es la parte más complicada de todas pero evito dramatizar la situación. Siempre acostumbro a video llamar a mi familia a diario en mis ratos libres y en evitar que la distancia sea un sentimiento negativo que limite mi calidad en el trabajo.
Soy muy ambicioso y tengo claro que este es el precio y peaje a pagar por el objetivo de ser mejor cada día en este deporte.
De todas formas, los 2 meses de vacaciones que solemos tener los entrenadores trato de disfrutarlos al máximo con los míos y centrarme solamente en cosas positivas.
ZdB – Para que te conozcamos más como entrenador, ¿cómo te definirías, qué tipo de estilo de juego te gusta que tus equipos realicen, quiénes son los modelos a seguir por tu parte o quién te han influido de forma importante?
AA – A nivel de personalidad, me considero un entrenador muy centrado en concienciar al individuo del esfuerzo necesario para el bien colectivo. Para eso, es importante conocer muy bien las personalidades y tratar de encajar bien los puzzles.
A nivel de estilo, me gusta que mi equipo tenga piezas que me permitan jugar a varios ritmos. No me obsesiono demasiado con jugar rápido o lento, si no en ser eficiente en cada posesión con lo que tengo en la plantilla. Lo que sí que no negocio es el esfuerzo defensivo, especialmente en el hombre a hombre.
El entrenador que más me ha influido sin duda es David Gómez, actual entrenador de los Toyama Grouses en la B1 Japonesa. Ya no por nuestra amistad, sino porque es el tío con más talento que he conocido nunca. Él me ayuda muchísimo a crecer en el día a día deportivamente. Estoy seguro que va a llegar muy muy lejos.
ZdB – Aunque eres muy joven ¿Qué consejo darías a esos entrenadores españoles que no se atreven a dar ese paso, o a enviar ese curriculum a esa oferta de trabajo extranjera para que se lancen?
AA – Aparte del dominio del Inglés, que es una necesidad clave, diría que hay que saber entender los contextos y adaptarse a ellos, que es lo que enriquece profesionalmente. Hay mucho miedo al fracaso, y eso no deja de ser parte de la obsesión de muchos entrenadores al: qué pensarán de mí si…
Fracaso es si no lo intentas. Nunca tengáis miedo a vivir experiencias en el extranjero, porque esto os dará mucha mejor perspectiva sobre los contextos culturales de muchos jugadores, equipos, etc.
ZdB – Muchas gracias por la charla, Álex, ha sido muy prestosa, y al final vemos como la pasión por el baloncesto triunfa incluso aunque no sea por los cánones habituales. Te deseamos lo mejor esta temporada.
AA – ¡Igualmente! Muchas gracias a vosotros por dar visibilidad a mi trabajo.