No sé cuantos artículos llevaremos de la Primera FEB 24-25: empezamos muy pronto en el verano pasado, nos levantamos casi cuando no ha amanecido con fichajes, renovaciones, búsqueda de entrenadores milagros, para luego desayunar leyendo el periódico con el rumore rumore, mientras los fichajes están cerrados y así llega septiembre donde se pone en marcha un torneo de Copa y los equipos van perfilando todo. De ahí, hacemos una mini guía y, por suerte, hay varias más, lo que nos indica que somos unos cuantos locos enamorados de esta competición. Empieza la temporada con seis megaproyectos y las apuestas de cual descarrilará. Primeros compases, empiezan jugadores destacados, equipos revelaciones como Cartagena, malas rachas como Alicante, aniversarios como el OCB, los equipos top que siguen y un San Pablo que se lleva Copa, Recopa y lo que le echen encima. Campeón de récord Burgos (qué record, 32 victorias y dos derrotas solo) y recta final, Rivero out, Obra saca chequera, Palencia revive y Fuenla sin cobrar que no cesa. Y así, jornada dramática final donde Valladolid acompaña a Morón y Amics, con Menorca salvando la vida in extremis, y se configura un playoff intrigante, en el que cuatro transatlánticos se cuelan. De esos cuatro, semis a muerte y final con prórroga, cómo no, y el equipo con menor masa social presente en la Magic Box como es el Real Betis es el que sale campeón, dando un máster de como vivir con la presión de ganar, la serenidad y meter las bolas calientes, sin un juego interior brillante pero correoso, y unos veteranos que han echado muchos bailes, de esos que nunca pasan de moda. Y así se terminó la Primera FEB 24-25 de la que os dejamos los diez nombres de la liga, lo más top y florido, acompañados de un dato para cada uno de ellos:
Jayson Granger (Movistar Estudiantes). De más a menos y sin lograr el ansiado ascenso, hubo momentos durante la temporada que era imparable. Sus rivales, sabedores de que parar o cansar a Granger podía ser el talón de Aquiles de los colegiales, lo tenían claro. Un jugador superlativo, y de otro nivel, al que le salieran las cosas o no, no se escondía.
El dato: Máximo asistente de la competición con 6.5 asistencias por partido.
Gonzalo Corbalán (Silbö San Pablo). Ganar la liga tan pronto parece hacernos olvidar su épica. Su juventud, su descaro, su nueva condición de comunitario nos debe hacer olvidar a ese jugador de conducciones endiabladas, verticalidad pura, lanzamientos desde cualquier zona, y un quebradero continuo de como pararlo. Para más inri, ahora mete de fuera también, por lo que en ACB pronto empezará a salir en sus RRSS sin parar… si no, al tiempo.
El dato: En un mundo donde la famosa estadística PER (Player Efficiency Rating) se la llevan los interiores, el argentino es el exterior con mejor media.
Alex Barcello (Monbús Obradoiro). Sabemos que solo jugó 17 partidos de los 38 de su equipo y que su equipo se llevó el título de mayor decepción de la temporada, pero es que sus canastas ganadoras, sus explosiones anotadoras, el espectáculo que ofrecía o las lagunas de su equipo cuando no jugaba, provocan que sea casi imposible no enamorarse del juego de Barcello, Por favor, no dejes la competición e inicia la reconquista.
El dato: El jugador exterior con mejor porcentaje de Catch and shoots realizados con más del 60% logrado.
Mark Hughes (Real Betis). El jugador que decidió discutir el título de mejor jugador de la liga a Corbalán o Barcello, qué espectacular todo el curso. Un sostén para los béticos, nuevo equipo ACB, siempre con un cuchillo entre los dientes en defensa, un verdadero puñal en sus penetraciones y un fusil en sus lanzamientos. Es la hora de verlo en la mejor liga europea.
El dato: Un animal competitivo, tres triples anotados por partido con el mejor porcentaje en tiro de tres, un espectacular 50.8% T3.
Kevin Larsen (HLA Alicante). Alma mater de un Lucentum que pasó por varios trastornos de personalidad en esta temporada y en todos ellos (desde el casi descenso, a batir al imbatible San Pablo o rozar los playoff) fue el líder. Un cinco diferente, Perelló hizo que el sistema girase en torno a él y sus peculiaridades del juego con alta eficiencia
El dato: El mejor poste pasador de la liga con 3.6 asistencias nada menos.
Jon Axel Gudmundsson (Silbö San Pablo). Desde el frío islandés con puente aéreo en Alicante llegó a Burgos el base internacional, y las ideas de Savignani encontraron a un fiel reflejo. Un jugador de los que siempre quieres en tu equipo, intenso atrás, altruista en ataque, buenas lecturas y asumiendo cuando se necesitaba, un líder.
El dato: En la biblia InStat creemos, y el mejor +/- de la competición con 10.6 lo tiene el islandés, imprescindible en su papel de actor principal.
Paul Jorgensen (Flexicar Fuenlabrada). Qué bueno es ver la evolución del Capitán América Paul, el jugador que con un hombro maltrecho metía en una F4 una y otra vez tras ser tocado por todos los defensores. Un jugador que vimos llegar de rookie, pasar por varios equipos, probar otros países para quedarse en España y hacerse decisivo con esos locos 1×1.
El dato: El partido que más minutos estuvo en pista en un equipo con alto índice de rotaciones fue la final, jugó 33 minutos para anotar 26 puntos como si nada.
Vitor Benite (Real Betis). El internacional brasileño tras años en ACB se podía pensar que venía a su Arabia particular en la antigua Oro. Nunca más lejos de la realidad, un gen competitivo insaciable, asumiendo en los días buenos y los menos buenos, y decisivo en la gran final para ascender con una muñeca sin un gesto de temblor ni atisbo de presión.
El dato: Seis triples de diez intentos en la final, su segunda mejor marca tras el estratosférico 7 de 10 que endosó al HLA Alicante.
Juampi Vaulet (Súper Agropal Palencia). En un equipo que funcionó como un engranaje y que se quedó a un partido y unos minutos del retorno, el argentino ha sido una apuesta segura todo el curso. Garra, energía, actividad atrás, puntos en ataque, juego sin balón, una especie de amalgama sin fallo.
El dato: Ganador del prestigioso XVI trofeo palentino Urko Otegi de la Peña Basket Morao ante duros rivales.
Lotanna Nwogbo (Flexicar Fuenlabrada). El cinco nigeriano que la FEB escribía mal, ha dado un clínic de poste bajo en muchos partidos, una fuerza de la naturaleza imparable cuando recibía que hacía temblar los aros y que ha pasado de etiqueta de jugador importante a estrella de la competición.
El dato: Nadie ha visitado la línea de tiros libres como él, porque era la única forma de detenerle.