Toca escribir unas líneas sobre el Odilo FC Cartagena CB, equipo que debutaba en Primera FEB y que se ha colado en la Final 4 de la Copa España FEB, que además suma ya siete triunfos en la liga regular y se merece sin dudas unas líneas sobre su buena marcha.
Se trata de un club que ha crecido de forma exponencial, sin descarrilar en el camino, tras varios años en Liga EBA, el equipo lograba la 20/21 el ascenso con un proyecto para ello, con jugadores como Jasen, Marco o Kasse en la recta final. La 21/22 es la primera en LEB Plata, pero caen en la primera ronda de playoff, la 22/23 no fue tan buena a pesar de las aspiraciones creadas, pero volvieron a llegar a los playoff para caer en primera ronda. Es el verano de 2023 cuando hay un cambio, con la llegada de Jordi Juste al banquillo tras sus buenos cursos en Navarra y con un aumento de presupuesto, por el cual optar a estar en la zona alta. Juste supuso las primeras bases del proyecto, una plantilla larga y un estilo definido de mucho ritmo, con una temporada de menos a más, donde lograron el primer puesto en liga regular y, tras perder en casa en el primer partido del cruce de campeones de nueve ante Zamora, fueron a la ciudad castellana y lograron sorprender para llevarse el ascenso directo y el título.
Durante el verano no se volvieron locos en el club presidido por David Ayala y con Pepe García al frente de la dirección deportiva tenían claro las piezas, teniendo claro cual es el estilo de juego y tal vez no arriesgar en apuestas extrañas, con las lógicas limitaciones presupuestarias en una competición que ha subido en su exigencia económica. La idea era ir a 12 jugadores, con un estilo de juego muy vivo, con muchas rotaciones y se hacia totalmente imprescindible tener las doce fichas para mantener el ritmo en entrenamientos y que no se cortara nunca ni por lesiones ni problemas.
Se mantuvo una base importante del equipo que ascendió, jugadores que necesitaban esa oportunidad y confianza, un base sólido e imaginativo como Gerard Blat, la exuberancia física de Garuba, la muñeca de Rogers, la verticalidad de Jordá o la garra de Asier González por dentro.
Los fichajes fueron todo jugadores con experiencia en España, pero lejos de grandes nombres en Primera FEB, tal vez un Calvin Hermanson, con su afamada muñeca, pero lastrado por las lesiones, o el de Alberto Martín y con su juego de equilibrio desde el uno eran los que tenían más experiencia. La velocidad de Cabrera también llegaba tras no brillar con Clavijo en la categoría. Dylan Van Eyck volvía a la categoría, tras destacar en Dinamarca, y para ser importante. La pintura la cerraban otros jugadores, desde la versatilidad dentro-fuera de Gabriel Gil, a la apuesta por los centímetros del francés Smallwood, con experiencia en LEB Plata y que llegó desde Rumanía, o la potencia física de Ugochukwu.
Una primera derrota clara en Ourense les dio la bienvenida, y fue el toque de atención perfecto para sacar los siguientes tres partidos en casa ante Lucentum, Obradoiro nada menos y Menorca. La llegada del Tourmalet de equipos top les hizo sufrir mes y medio con 6 derrotas seguidas, pero el equipo supo sobreponerse, seguir fiel a las ideas, ganaron en un duro partido frente a Morón, sacaron la primera fuera ante Gipuzkoa y lograron ante Amics y la última ante Cantabria las victorias que suman los siete triunfos para un equipo recién ascendido, con dos por encima del descenso, haciéndose fuerte en el Palacio ante una hinchada que crece y disfruta y con un estilo propio.
Jordi Juste siempre ha tenido esa forma de ver el baloncesto, con Fede Müller y Pau Castelltort como ayudantes, el equipo juega a un ritmo muy alto, con muchas transiciones y mucho juego de pantallas, donde no se especula el reloj, aunque la toma de decisiones y la ejecución es el campo de batalla. De hecho es el equipo que más triples tira, con 32 por partido, aunque sus porcentajes de tiro los sitúen en la zona media y también sufren en el cuidado del balón. A pesar de su alto ritmo de juego, que debería ser parado con faltas, es muy discordante el dato de que es el equipo que menos visita la línea de tiros libres, algo que suele pasar a los novatos (también Morón y Zamora) en una liga “tan de nombres” en ese criterio arbitral. Sin mucha altura, ni mucho físico y tal vez siendo un equipo que puede sufrir en el 1×1 o en términos de rebotes efectivos, donde es último de la tabla a la hora de las capturas, el equipo atrás lo compensa a la perfección con mucha energía, anticipación y líneas de pase que les hace ser los segundos que más balones roban tras el Real Betis.
No han notado ni las lesiones, porque los 12 jugadores tienen minutos, desde los 14 minutos de Smallwood hasta los 22 de Van Eyck o Jordá. Solo Hermanson y Ugochukwu superan la decena de puntos de media, pero es que quitando un repartidor como es Martín, todos anotan de 5 puntos para arriba. El equipo funciona sin egoísmos, Hermanson es la metralleta, Van Eyck tira del carro, pero ojo a las apariciones explosivas de Jordá, cuanto talento ofensivo, o Asier González, un guerrero de la pintura siempre productivo. Pero es que no podemos detenernos en esas individualidades, Gil con su buena mano ha llegado a la pintura, Cabrera parece otro, Rogers se encuentra muy a gusto, Garuba sigue siendo una pantera…
Este artículo aparece porque en la otra competición, esa fantasma llamada Copa España FEB (y que nadie quería organizar su F4, finalmente será Burgos y debe repensarse para darle un giro futuro) se ha colado a la gran fiesta el Cebé. La fase de grupos tuvo un inmaculado 4-0, ganó a Alicante y no falló contra Lliria, Godella o Sant Antoni. En un emocionante cruce de cuartos ante Amics Castelló logró la clasificación a la heroica y ahora, el 24 de enero, jugará las semis de la F4 ante el todopoderoso Silbö San Pablo, líder intratable de la Primera FEB, mientras que el otro cruce será el Monbús Obradoiro vs Real Betis.
Sin duda, todo un premio para el modesto proyecto, que no les hace perder la vista a su verdadero objetivo, la permanencia en la Primera FEB, donde ya tienen siete de las teórica doce victorias, haciendo un fortín en su pista y que sueña con lograr el objetivo a la vez que crecen las estructuras del club. Las huestes de Jordi Juste se merecían este artículo.