Hablábamos hace unas semanas de que el Factor X podría ser un Real Betis del que poco se sabía y cuyo silencio en RRSS era tan manifiesto que por momentos parecía un club fantasma. Tras la fallida experiencia con el Grupo XOY mejicano, que desapareció del mapa a mitad de temporada tras ser su CEO buscado por fraude, y con el Real Betis buscando quitarse las acciones, surgieron varias intereses y ofertas, de las que, finalmente, el Grupo Hereda, con Pedro Fernández al frente, logro hacerse con la mayoría de las acciones.

EL Grupo Hereda ya sabe lo que son las ligas FEB, tras estar ligados a San Pablo Burgos y más recientemente al COB con el que lograron un ascenso a LEB Oro bajo su patrocinio. Más allá de la salida tarde al mercado, y en la organización de aspectos intrínsecos que abarca un club desde cantera hasta el día a día del primer equipo, Pedro Fernández declaraba que quería montar un equipo que aspirase al ascenso, y si nos remitimos a los hechos, así ha sido, aunque fuera a costa de tirar de la chequera, para hacerse con lo mejor de los jugadores libres que había. Lo que hace que se sitúe a la altura de los equipos de cabecera de la competición como los recién descendidos, Palencia y Obradoiro, los clásicos Aspirantes como Estudiantes y San Pablo Burgos, y un remozado Fuenlabrada que quiere que sea su año.

La llegada al banquillo de Gonzalo García de Vitoria, tras un curso como asistente en ACB, da cierta serenidad al proyecto. Un entrenador experimentado (18 temporadas en la extinta Oro), que conoce los entresijos de la competición, su dureza, el estilo de los arbitrajes y con las espaldas suficientemente anchas para no ponerse nervioso, recordando siempre que sus equipos suelen ir de menos a más para acabar a muy buen nivel.

La plantilla, a falta de cerrar unos huecos en el perímetro y buscar un cinco potente, ha incorporado buenos jugadores. Ahora toca compaginarlos, darles ese pegamento atrás que puede ser a priori uno de sus puntos débiles, saber sacar su jugo máximo en algunos jugadores ya veteranos pero de amplia calidad y recorrido. Porque pocas plantillas pueden sumar tantos partidos ACB a sus espaldas, Jelinek (364 partidos), Renfroe (194 partidos), Cvetkovic (179 partidos), Alejandro Suárez, Radoncic y Rubén López.

Analizando los fichajes hasta ahora, el equipo por nombres es de nivel, aunque ya hemos visto que en Primera FEB importa más ser equipo y el juego coral que los teóricos nombres. Alex Renfroe es un base ya veterano, pero domina el P&R y tiene mucha experiencia. En una liga menos física que la ACB, puede ofrecer un buen nivel como hemos visto anteriormente en otros bases veteranos. La llegada del serbio Cvetkovic también ofrece garantías, conoce la plaza bética y viene de un curso en Serbia donde ha rayado a su nivel y mostrando que puede cubrir cualquier posición del backcourt ofreciendo seguridad y tiro exterior. La pujanza y la verticalidad la debe poner Pablo Marín, que el pasado curso ofreció destellos y es el ejemplo de la cantera local, además a su actual coach GV ha mostrado que confía en los jóvenes.

El perímetro tiene tres jugadores. Mark Hughes es el regreso estrella, tras destacar en Estu y Lleida se fue a Alemania, y ahora regresa como un dos todoterreno, vertical, buen tirador en catch and shoot y que debe ser uno de los referentes. El checo Jelinek lleva toda la vida en Liga ENDESA y llega desde el actual subcampeón UCAM. Sin muchos minutos, el checo sigue teniendo una muñeca de alta gama. El tres alto lo ocupará Dino Radoncic, vuelve tras su experiencia en Euroliga con pocos minutos en Bayern, buscará ser importante con su versatilidad y físico y la amplia gama que ofrece para realizar intercambios defensivos.

Por dentro, el cuatro es un puesto enteramente español. Alejandro Suárez llega también desde la ACB, buen cuatro abierto, tendrá que dejar atrás ese perfil unidimensional de la máxima categoría y volver a ser ese jugador completo que demostró antaño. Con muchas ganas llegará Rubén López, el joven cuatro se pasó toda una temporada sin minutos en Gran Canaria y conoce la categoría de unos meses en Lleida. Se trata de un cuatro potente, de recursos, con buen tiro de media distancia pero que necesita madurar su toma de decisiones. Cierra la terna el renovado Adrià Domenech, un jugador móvil y ágil, con envergadura y que puede alternar las dos posiciones interiores. En el cinco esta Jonathan Kasibabu, que llega desde San Pablo, uno de esos interiores que todo equipo quiere tener, por su buen trabajo atrás, su físico imponente y su capacidad para sumar, que en los sevillanos tendrá un papel importante.

Todavía falta “más madera” en este equipo con dos puestos por cubrir para doce fichas profesionales, y que seguro que son de garantías, como cualquier nombre relacionado al equipo. Falta por ver si finalmente el brasileño Vítor Benite se oficializa, lo que supondría otro golpe de caché para el Hereda Betis tras su buen nivel en los JJOO; y quién será la guinda interior del pastel o si finalmente renueva para ese puesto restante por dentro al americano Brooks DeBisschop, un cinco duro que la pasada temporada no presentó grandes números pero realizó mucho trabajo sucio. Lo que no hay duda es que el Grupo Hereda Real Betis quiere ser un equipo que haga vibrar a su afición en San Pablo, y que la ciudad vuelva a identificarse con su equipo como en épocas pasadas, con el objetivo de lograr, como sus otros rivales, el codiciado y ansiado ascenso a Liga ENDESA.