Impensable cuando empezaba la temporada o a finales de octubre cuando el ICG Força Lleida caía en Torrelavega y se situaba en descenso en el puesto 17 con un balance de una sola victoria en cuatro jornadas, pero Gerard Encuentra, el coach ilerdense, estaba tranquilo, tenía un plan y sabía que las bajas de Vega y Hasbrouck en pretemporada habían alterado ligeramente sus planes, aderezado con la llegada de un Krutwig feliz de recalar en un equipo que confiaba en él. A partir de ahí solo se fue para arriba. El 10 de diciembre caían en Madrid ante el Estudiantes y desde entonces la friolera de victorias es tremenda, apoyados en un Barris Nord donde cada partido es una fiesta y con triunfos sufridos como visitantes en las visitas al OCB y Real Betis, la cifra es de 25 victorias en 27 partidos. Solo les han hecho pisar la lona el Leyma Coruña, en Lleida, en un partido muy físico sin acierto desde el perímetro por los locales, y el GUUK GBC, en cuya pista fueron justos perdedores. Desde esa última derrota, ha enlazado catorces triunfos consecutivos, un final de Liga Regular apretando a todos y dejando bien clara la dinámica ganadora. En el playoff fue HLA Alicante quién los sufrió con un 3-0 incontestable.

Llegó la Final Four del Madrid Arena, donde en la primera semifinal Movistar Estudiantes fue a una velocidad más que el Grupo Ureta Tizona, al que le faltó gasolina en este tramo final y donde Mario Saint-Supery fue la mayor amenaza burgalesa. Los colegiales hicieron un partido muy serio y llegaban frescos a su gran final por 86-62. La segunda semifinal fue todo lo contrario, emocionante a no poder más. Longevida San Pablo Burgos empezó bien aprovechando lo nervios ilerdenses, Fischer hacía daño por dentro y llegaba el primer estirón burgalés con un 33-24 pero Lobo aparecía y Lleida se volvía para un 37-25 al descanso para SPB. El tercer cuarto fue un toma y daca entre triples de Matulionis y Vene. Entraba el último cuarto y Corbalán seguía su fiesta con el triple poniendo el 70-66, por lo que paraba Lleida el partido. Empezaban los nervios a aflorar, las muñecas se atenazaban y cada golpe de uno (triple de Vene) era contestado con otro golpe del rival (triple de Hasbrouck). Un robo de Villar en el último minuto era clave para poner el 77-80, Corbalán se resbalaba en la última jugada y los ilerdenses acababan así la racha victoria de Jota Cuspinera en el banquillo burgalés donde no conocía la derrota.

El domingo se citaban los dos finalistas con un Madrid Arena lleno de un lado contrastando con otra grada prácticamente vacía. Y lo que se vivió allí es, sin duda, una primera parte que se recordará en los anales de esta extinta LEB Oro. Con un descanso menor de 24 horas Lleida fue un ciclón, un clinic defensivo y de compartir el balón en ataque ante un Estudiantes al que el aro le escupía todos sus lanzamientos. 0-9 y tiempo muerto de Rivero, que buscaba cambios pero que también sufría con la segunda unidad de Encuentra. 9 minutos tardaron los colegiales en anotar una canasta en juego con un 2+1 de Alonso que ponía el 7-21. El segundo cuarto Lleida no se detenía, el Estu intentaba mediante 1×1 estériles y chocaba con un Lleida que parecía hacer vudú con su rival, anotando todos con tiros liberados. Los triples de Hasbrouck y los vuelos de Kuath, a la postre MVP, ponían al descanso el 21-52.

Esto es baloncesto y con veinte minutos todo puede pasar, Dee se puso la capa de superhéroe a base de triples en una actuación estelar, pero Lleida aguantaba y a la subida de intensidad y de líneas, contestaban moviendo el balón y anotando por dentro para lograr un 48-72 a falta del último cuarto. No hubo descalabro, ICG Força Lleida jugaba muy serio y celebraba cada casta mirando a su ruidosa afición uniformada de color burdeos, un Movistar Estudiantes destrozado y cariacontecido maquillaba el resultado para un 70-85 final, donde los de Gerard Encuentra demostraron ser los mejores y ser justos merecedores de este ascenso. Una oda al juego en equipo, creyendo firmemente en lo que su entrenador les proponía y respetando los planes de partido. Ahora tocará reafirmarlo en los despachos y sacar el músculo financiero para que una plaza mítica vuelva a la ACB.

Para los que se quedan en la categoría, por delante se presenta la Primera FEB, dejando así atrás años de LEB Oro, una marca que era reconocida internacionalmente. Queda ver si el cambio viene con algo más que rediseñar un logo, elegir una nueva marca para los balones de juego y la reciente aparición de la Copa España FEB. Habrá que comprobar si se cuida más el producto, se le da más dinamismo más allá del apoyo en el entorno local, si mejora la calidad del producto audiovisual, para el cual ya se conoce un nuevo incremento de precio hasta los 120 € anuales, buscar mejoras como el instant replay y tantas cosas más que están en el tintero. Habrá que estar atentos a las repercusiones de los nuevos fiascos de Longevida San Pablo y Movistar Estudiantes, dos proyectos de amplio presupuesto pero que van a cumplir su tercer y cuarto año en la categoría con el riesgo económico de no subir que ello conlleva. Habrá que estar atentos a ver si el Real Betis Sobrevive, cuesta ver a Sevilla sin un proyecto de élite en una ciudad como esa, a los nuevos gestores de Fuenlabrada o los dos descendidos con un gran apoyo social como Zunder Palencia y Monbus Obradoiro, que querrán volver rápido. Todo ello sin olvidarnos de Tizona, Gipuzkoa, Real Valladolid, Alicante y más equipos que seguro que buscarán sorprender.

Adiós Leb Oro 23-24, bienvenida Primera FEB 24-25.