Tremendo hito conseguido por el joven entrenador madrileño de 35 años en Japón, logrando el ansiado ascenso a B1 de su equipo, Shiga Lakes, donde es el entrenador principal desde el pasado curso, puesto que no ocupaba desde su paso por Peñas Huesca en LEB Oro en la 20/21, cuando dejaba el cargo otro español como Luis Guil, de quien era su segundo entrenador, en una convulsa campaña llena de lesiones y de desavenencias de jugadores principales que dio con el equipo de Otsu (Japón) de bruces con la B2, o segunda división japonesa, aunque con la confianza intacta en David Gómez, que comandaría el reto de devolver al club a la máxima categoría del baloncesto japonés, donde es unos de los habituales, con una gran masa social detrás.

Con ello se configuró una plantilla, cimentada sobre todo en los jugadores extranjeros, todos ellos nuevos en el equipo, con Brock Motum, ex Valencia, Zalgiris o Efes entre otros, el veterano y poderoso pívot Justin Burrell con mucho pedigree en Japón (10ª temporada) sobre todo en B1, y Ryan Kriener, otro interior con pasaporte alemán conocedor de la B2 donde ha destacada los 3 años que lleva en la liga. Todo ello acompañado del internacional filipino Kiefer Ravena en el exterior que ocupaba la ficha de jugador naturalizado (americano con pasaporte asiático o directamente asiático) y que ha sido muy importante, del interior internacional japonés Koya Kawamata, y del exterior internacional en categorías inferiores de Japón Hayato Wakugawa, todos ellos continuando en el equipo tras el descenso.

Con un balance de 44-16, Shiga Lakes acabó como líder de su grupo, de los 2 existentes en Japón, y con el segundo mejor balance entre ambos, lo que le permite jugar todos los partidos de playoffs como local, una primera plaza que ha peleado en el grupo sobre todo con Fukuoka Rizing de Pablo Aguilar entre otros, entrenados por el español Moncho López o Kumamoto Volters de otro conocido de Euroliga, y también Tenerife, como Aaron White.

El equipo de David Gómez se cruzaba en cuartos de final, al mejor de 3, con Aomori Watts, con el tercer máximo anotador de la categoría, Jordan Hamilton, y conocidos en España como Patrik Auda, ex Manresa. Tras un susto en el primer partido, donde Shiga Lakes cayó derrotado, consiguió el entrenador español darle la vuelta a la tortilla en los 2 siguientes, para conseguir el pase a semifinales, también al mejor de 3. Ahí se encontraban con Yamagata Wyverns, que se habían deshecho de Fukuoka Rizing de Pablo Aguilar y Moncho López, con un trotamundos de Europa como James Bell, o el pívot Michael Finke como hombres más importantes. Primer choque apretado pero favorable al equipo del coach madrileño, mientras que el segundo fue dominado de cabo a rabo por Shiga Lakes que conseguía de esta forma el ansiado ascenso a la B1 japonesa, donde otro español como Sebas Saiz, lleva ya unos cuantos años.

Pero todavía no puede el equipo irse de celebración, porque queda por delante una final para dilucidar al campeón de la B2 japonesa, a pesar de que ambos equipos estén ascendidos. El rival será Koshigaya Alphas, que sorpresivamente ha apartado de la final a Altiri Chiba, entrenados por el ex seleccionador australiano Andrej Lemanis, máximo favorito tras haber firmado en liga regular un balance de 56-4, y que ha caído en su casa en semifinales por 0-2 en 2 encuentros muy apretados que cayeron del lado visitante, un equipo que lideran Justin Harper, con 22 partidos NBA en su haber más un pasado por Europa en clubes como Asvel, o LJ Peak, quien tras 2 años en Italia saltó a Japón donde cumple su 5º curso. Lo bueno para Shiga Lakes de este resultado, es que jugará los partidos de la final como local, por su mejor balance, y ante un rival con el que ha firmado un 3-1 en liga regular, pudiendo de esta forma David Gómez poner la guinda al pastel del ascenso con un título de campeón.