Lo que nunca quisimos ver, el conflicto bélico derivado de la invasión rusa de Ucrania, sigue en plena actividad. De esta forma, a uno de los países europeos más grandes en extensión, la vida le ha cambiado por completo, con cuantiosas pérdidas de vidas, ciudades destrozadas y actos que ojalá jamás ocurriesen en ningún lugar. El deporte, por supuesto, no es ajeno a esta realidad y ha sufrido su parón en los momentos iniciales, lo que también afecta al baloncesto.

Este verano recibimos la noticia de que el futbol volvía a la actividad aunque a puerta cerrada. También el baloncesto ha vuelto. La competición local ha perdido la brillantez que tenía el pasado curso: ha pasado de 12 equipos a 8, no hay jugadores extranjeros y los mejores nacionales ucranianos se han ido, dejando una liga descafeinada. Pero hay varios equipos con un rol diferente, los dos equipos que copaban las primeras posiciones el curso pasado antes de la interrupción no deseada.

Por un lado está el Budivelnyk, que realizó la pretemporada en España, va segundo en su grupo en la FIBA Europe Cup (jugando como local en Italia) y disputará la Balkan League. Un equipo que juega con dos plantillas totalmente diferentes. Por un lado, la “internacional”, con jugadores ex Ligas Españolas como Berhanemeskel, Alec Brown y Andriy Grytsak, que acompañan a Jerai Grant, Goodwin, Barber, o jugadores ucranianos como Bobrov, Krutous, Bliznyuk y Tyrtyshnik. Sin embargo, en la liga doméstica también hay jugadores ucranianos de peso como Koniev, Kolchenko y Sandul.

En la EuroCup juega el Prometey, que además disputa la EstLatBL, de las vecinas Estonia y Letonia, para mantener el ritmo de competición (y lo hace con base en Riga). Ojo al equipo, que cuenta hay viejos conocidos como Balvin, Caleb Agada y Gian Clavell, junto a buenos americanos como Dickey, Hogue, DJ Kennedy y DJ Stephens. Merece atención también su buena nómina de nacionales con experiencia en la selección (Lukashov, Lypovyy, Sidorov, Petrov, Sanon, Tkachenko).

Sin embargo, muchos jugadores ucranianos siguen o han continuado sus carreras en el exterior. En España, Pustovyi sigue en ACB (UCAM) y ha retornado Gerun de la mano del Real Betis. Por contra, Pavlov (Estonia) y Kovalov (Lituania) han dejado la LEB, pero en sustitución ha llegado Kravtsov para dominar la pintura de la LEB Plata y hacer que el Hestia Menorca sea uno de los líderes del Grupo Este. En la EstLatBL también están otros internacionales como Zotov y Voinalovych. Camino diferente ha tomado el siete pies Skapintsev, que tras ser objeto de interés del Cáceres se ha ido a Estados Unidos (G League).

Ojalá pronto todo termine, llegue la paz y la liga ucraniana recupere con el tiempo el esplendor que ha tenido en otras temporadas.